Saturday, September 23, 2006

Lilith.


Génesis 1 27. "Y Dios creó al hombre a su imagen y semejanza; lo creó a la imagen de Dios, los creó varón y mujer.28. Y los bendijo, (…)."


El varón se llamó Adán y la mujer Lilith (según consta en la literatura hebrea).

Lilith, la primera esposa de Adán, estaba hecha con "arcilla del mismo suelo", igual que él. Era hermosa, vital, inquieta, inquisitiva… libre… y no disimulaba su risa cuando Adán, todavía un novato en ésto de estar en el Paraíso, se equivocaba o hacía torpezas.

La mirada divertida y burlona de Lilith lo desconcertaba. ¿Cómo se podía reir de él, que estaba hecho a imagen y semejanza de Dios y Dios era perfecto y todo lo hacía bien?

En los primeros tiempos, Adán estaba entusiasmado con esta mujer que le representaba todo un desafío. Pero después se cansó de tener que reflexionar con ella, negociar y llegar a acuerdos en los que en ocasiones, según él, "salía perdiendo"… Además ella no quería estar siempre "abajo", sabía lo que quería y pedía lo que tenía ganas. Era "demasiado" demandante.

Fue por esa época que él se tomó muy en serio lo de "dominen a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los seres vivientes que se mueven en la tierra", y comenzó a dar órdenes que Lilith incumplía cuando lo consideraba necesario.

Desalentado, Adán visitaba a Dios y le contaba sus tribulaciones. El Creador, cansado de tantos lamentos, habló con Lilith:

"Adán es un buen muchacho, mira que te tiene paciencia con ese tempramento que tienes, ¿dónde vas a encontrar a otro? Mejor házle caso, obedécelo y todo irá bien para todos."

¿Hacerle caso? ¿Subordinarse a ese "buen muchacho" incapaz de entender que eran diferentes, pero que eso no debía ser precisamente un obstáculo? ¿Obedecer a aquél, reacio a aceptar que una convivencia sin jerarquías, en un plano de igualdad, es mucho más disfrutable que la rutina de mandar y obedecer? No, decididamente NO. Habían sido creados el mismo día y de la misma manera; por lo tanto tenían los mismos derechos.


Así argumentó Lilith y se fue a nadar despreocupada a la cascada, dejando a su paso un delicioso aroma a hierbas y musgo que hizo suspirar al creador.

Indudablemente la "rebeldía" tenía su encanto.

Un día, cansada de los lloriqueos de Adán y de las presiones de Dios, Lilith decidió que el Paraíso no tenía nada de maravilloso y se fue. Así de simple, sin sentir una pizca de remordimiento o de culpa.


Cuentan que le dejó todo a Adán, no se llevó ni una hoja de parra, no le hacía falta. Su desnudez la hacía hermosa y fuerte.

Dios respiró aliviado creyendo que habían acabado todos los problemas, pero no. Adán estaba insoportable; a pesar de toda su cacareada autosuficiencia, la soledad le pesaba. Ya nadie aplaudía lo que hacía, ni le daba las gracias; nadie reía de sus chistes, ni lo cuidaba de noche; no tenía una suave piel a su lado ni esa voz encantadora que lo tranquilizaba. Ni las sumisas ni juguetonas cabras podían sustituir la alegría de Lilith, tampoco la vista de los hermosos y briosos caballos se comparaban con observarla peinar su larga cabellera a contra luz mientras caía la tarde.


La tristeza de Adán conmovió al Creador… Además, quería sacarselo de encima. Había que reconocer que, sin una mujer, ese muchacho se ponía muy fastidioso. Entonces Dios decidió darle una compañera menos "independiente".

Génesis 1 18. Después dijo el Señor Dios: "No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada". (…), con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre.
23. El hombre exclamó: ¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre".

Cuentan algunos que el principal obstáculo en las relaciones entre Adán y Lilith se presentaba cuando él quería tener sexo con ella y le exigía ponerse debajo, lo que Lilith consideraba una ofensa por ser su igual y se resistía o se negaba de plano a tener relaciones con él en esas condiciones.

Otros, menos magnánimos, comentan que al abandonar el Paraíso, Dios envió a sus ángeles para que convencieran a Lilith de regresar, con el argumento de que "la mujer desea al hombre y ha de seguirle". Pero ella no quiso saber nada de ésto y coo consecuencia de ello cayó sobre su persona una maldición.

Por ello cuentan algunos que se convirtió en un demonio que habitaba en una oscura cueva y que, al poblarse el universo, se dedicaba a encantar a los hombres y atraerlos para ser tomados sexualmente a placer por ella y otras diablezas, sólo para después desecharlos sin pensarlo dos veces, hechos unos verdaderos guiñapos.

EN CONCLUSIÓN:

Lilith prefirió su libertad, aunque fuera en una caverna, antes que la vida en un paraíso que la obligaba a renunciar a su propio deseo.

Desde entonces, las diversas tradiciones la han asociado con la "cara oculta" del ser (¿el inconsciente?), aquel que nos vincula al sexo, a la sangre, a la oscuridad, a la muerte, al deseo y los impulsos carnales.

Lilith, copulando con el Ángel caído; Lilith con forma de serpiente tentando a Eva con el fruto prohibido; Lilith como vampiro, como súcubo, provocando sueños eróticos en todos aquéllos que duermen solos; Lilith "madre de demonios".

Pero también Lilith inculcando deseos de autonomía; Lilith que quisieran silenciada; Lilith que quisieran desaparecida.

Lilith, dueña de su cuerpo y de su mente; su placer y su palabra.



8 comments:

Abbita said...

ohhhh!!!! ahora entiendo mas a Lilith y la conozco un poco mas,
ayer estaba confundida con lo de llego Lilith, pero ahora entiendo un poco mas quien y que hace aqui!
Un saludo y abrazo enorme, se que no es lo mismo pero espero que ayude aunque sea un poco

mundito said...

Saludos y abrazos Lilith

Anonymous said...

Primero... me da gusto que el silencio duró poco.
Segundo... yo no conozco a Lilith en ésta fase.
Tercero... trataré de entender su sentir conforme la vaya conociendo.
En cuanto al relato que acabas de exponer...
creo que es la causa desconocida por muchos por la que surgen tantas incomprensiones, diferencias, discusiones, amarguras, rivalidades y de las cuales derivan la violencia y las rupturas de las relaciones humanas, sobre todo la relación hombre-mujer.
En muchas ocasiones se desea ser fuerte, autónoma y capaz de decidir por ti misma sobre tu cuerpo, tus deseos, tus pensamientos y tus acciones, pero no se tiene ni la fuerza espiritual ni el apoyo familiar, mucho menos la comprensión de la sociedad para logralo y somos nosotras mismas las mujeres las que tenemos en nuestras manos la posibilidad de educar a las nuevas generaciones para comprender esta postura de igualdad con responsabilidad.
La mayoría de las veces la mujer es sumisa porque ha sido educada de esa manera y su educación y su temperamento personal no le permiten una rebeldía más que necesaria; en otras ocasiones la sumisión deriva de una comodidad por demás irrelevante ante nuestros ojos, pero, que es vital para la susodicha y su descendencia... se pueden mencionar muchas otras posturas, pero...
en fin, creo que hay demasiados factores externos e internos que influye sobre este tema, se vuelven una maraña dificil de descifrar, más no imposible...
Yo por lo menos tendré que darme mis vueltas a visitar a Lilith con toda la intención de conocerla, de aprenderle algo y también de compartirle mi sentir.
Estos temas me resultan bastante extensos y sabrosos como para degustarlos en un sólo sorbo...
¿Puedo regresar?
Prometo que la proxima dejo un comentario y no un post... lo siento.
Abrazos sinceros...

Unknown said...

COMO QUE ESE ADAN NOS DEJO MEDIO MAL PARADOS PUES SE VIO MEDIO CHILLONSITO EL WEY, AHORA ENTIENDO POR QUE SOLO LAS MUJERES PUEDEN DAR VIDA.
SIEMPRE HE PENSADO QUE EL MACHISMO ES UN ESCUDO QUE UTILIZAMOS PARA ESCONDER NUESTRAS DEVILIDADES FRENTE AL VERDADERO SEXO FUERTE: LA MUJER.

Lilith said...

se entiende con algo más de claridad ¿no? ¿Qué tantas cosas más no se esconderán en silencios o secretos? Así es Lilith, qué gusto que la vayan conociendo. Gracias por visitas cu "cueva".
Pato: no pude entrar a tu espacio, pero tú opina como quieras en la extensión que se te antoje, al fin, estás en casa de Lilith y es por la expresión libre entre otras cosas por lo que ella pugna.

Besos a todos

Anonymous said...

Qué duro… pero cierto, siempre ha sido muy cómodo para los Adanes tener una Lilith siempre y cuando esté abajo.

Y qué pendejito… Arriba, de lado, etc, es más sabroso. jaja.

Y se nos va el tiempo a nosotros y nunca concluimos un mano a mano con la mujer. ¡Qué difícil!

Ya estamos aquí…

Gustavo Javier said...

Lilith te amoooo

Que Mujer, que personalidad!!!

Adan eres un chillon, pareces un niño !!!

Quiero a una mujer, asi, una con cerebro que sea capaz de decir no a lo que no le agrada, alguien que tenga identidad, que fascinante!!!

Juan de Lobos said...

Aullo embelesado por estas palabras, conoces el oficio, conoces a tus lectores y acabas de hacer entrar uno más a tu cueva.
¡Felicidades!